Los pueblos de Hidalgo, Padilla, Jiménez, San Fernando y Burgos, en Tamaulipas, viven bajo una pesadilla continua gracias a una banda de secuestradores y extorsionadores que opera con total impunidad. Encabezada por José Leoncio Hernández Vizcaya, alias “El Leo” o “El Apa”, junto a sus hermanos Jesús Adrián, Gumaro, Daniel Fidel y Julián David, esta célula del Cártel del Golfo se ha convertido en el pavor de la región.
Columna Armada Pedro J. Méndez: ¿fingen ser autodefensa?
La titularidad de José Leoncio ha permitido que la Columna Armada Pedro J. Méndez opere libremente gracias a su venia absoluta. Todos los asesinatos, secuestros y movimientos violentos que el grupo ha ejecutado están directamente autorizados por él.
El nuevo crimen: víctima hoy en Padilla
Este mismo día fue encontrado un cadáver en el kilómetro 41, municipio de Padilla. Se trata de otro muertito más en la lista negra del terror que azota la región. Testigos aseguran que Leoncio fue quien autorizó este nuevo asesinato, como ha hecho con cada movimiento del grupo.
Los casos que demuestran su crueldad
- Ema Nereyda Rivera Martínez, empleada del gobierno estatal, fue brutalmente asesinada. Intentaron atribuir su muerte a su pareja sentimental, pero todas las pruebas indican que su deceso fue ordenado desde el centro del crimen en Padilla, con la autorización directa de José Leoncio.
- En febrero, José "N", empleado del ayuntamiento en Obras Públicas de Padilla, también fue víctima de un asesinato pactado desde el mando criminal. Nuevamente, actuaciones ejecutadas con la bendición total de El Leo.
En localidades como Jiménez, Padilla, San Fernando y Burgos, la banda ha impuesto un régimen de opresión constante: secuestros, extorsiones a agricultores, ganaderos y comerciantes, asesinatos selectivos y desapariciones express son parte del menú macabro cotidiano. En algunos casos, miembros de la banda son güatemaltecos reclutados y entrenados para sembrar miedo y violencia.
Autorizador de muerte: El Leo en acción
José Leoncio Hernández Vizcaya no solo dirige, sino que aprueba cada acción mortal del grupo. Se le atribuye:
- Autorizar el secuestro y asesinato de empleados municipales que intentaron intervenir durante un intento de violación colectiva en una fiesta navideña organizada por el ayuntamiento. Los empleados fueron primero secuestrados y luego ejecutados.
- Dar luz verde a pasadas fallidas extorsiones en eventos públicos.
- Controlar directamente los cobros bajo amenaza; quien se niega, desaparece.
La Columna Armada se vende como autodefensa civil, pero su vínculo con el crimen organizado es absoluto. Todas sus atrocidades se dan con la aprobación de José Leoncio Hernández Vizcaya “El Leo” o “El Apa”, quien operando desde su cúpula, pone, mueve y dispone de vidas como fichas en un tablero. El terror que impera hoy en Hidalgo, Padilla, San Fernando, Jiménez y Burgos está alimentado y respaldado por este individuo y sus hermanos, en complicidad con elementos internacionales que refuerzan su estructura.
Es urgente que las autoridades federales y estatales intervengan antes de que más familias sean devastadas por esta red implacable que actúa sin freno.
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